domingo, 21 de febrero de 2010

Microrrelato: ser o no ser (para seguir debatiendo)

Microrrelato, ficción súbita, mini-cuentos, mini-ficción, historias mínimas, cuentos- relámpago: desde su propia denominación, este género ya nos está presentando dos de sus características fundamentales: su brevedad y su carácter narrativo.

Juan Armando Epple, excelente autor de hiperbreves, define este punto con claridad: “lo que distingue a estos textos como relato es la existencia de una situación narrativa única, formulada en un espacio imaginario y en su decurso temporal, aunque algunos elementos de esta tríada (acción, espacio, tiempo), estén simplemente sugeridos.” En resumen y simplificando: un microrrelato tiene que narrar algo, sea implícita o explícitamente.

En este sentido, el teórico David Lagmanovich, autor de diversos estudios críticos sobre el microrrelato y uno de los mayores investigadores del género en la actualidad, plantea algunas objeciones sobre uno de los textos trabajados en el taller. En palabras del crítico:

“ ‘¡Sorpresa! La primera mañana después de mi muerte’, de José Costa Santiago, es claramente objetable.
¿Un relato donde nada se relata, puesto que no existe forma verbal alguna que tome a su cargo la exposición del desarrollo de una acción? Cualquiera puede enhebrar unas cuantas formas nominales y dejarlas sobre el papel; pero, por mucho que las formas cambien, lo que el lector espera es -palabra más, palabra menos- lo que recibía como cuento el oyente de antaño: ‘Había una vez una viejecita que vivía en medio de un bosque…’
No es broma: es que hay que distinguir entre un relato y aquello que no lo es. Se puede innovar, pero no a costa de la narratividad”.

Coincide con Lagmanovich la catedrática de Literatura y Medios Audiovisuales de la Universidad de Sevilla Virginia Guarinos:

“El microrrelato es un relato vertiginoso. Aforismos, haikus, máximas y greguerías quedarían fuera […] por no conllevar ficción. Pero ¿es sólo el contenido ficcional lo que debiera marcar la diferencia entre microtexto y microrrelato? Y, aún siendo ficcionales, ¿hay verdadero relato en ‘Es fácil juntar de nuevo a los Beatles. Sólo se necesitan tres balazos’ o en ‘La primera mañana después de mi muerte’ o únicamente descripción de situaciones?”

No hay comentarios:

Publicar un comentario