jueves, 4 de marzo de 2010

Marta

Lentamente

Un libro puede reducirse a la mano de una hormiga, no podría escribir uno entero, porque mi cerebro va tan despacio como una de ellas.

Locura


Puedo ser breve y difícilmente genial, lo dejamos en locura.

La luz del entierro


Después de mi muerte, me encontré la mañana, llegó sin amanecer.

3,1416

No quería esa mañana, sabía que iba a desaparecer, sin lágrimas por debajo, con tierra y sin flores…

El hombre que hablaba solo


Sentado en un banco del parque, se oía la voz y se divertía haciendo de Ursula, pero él era la sirenita. Aunque su apellido era Disney.

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