viernes, 5 de marzo de 2010

Textos quinta sesión


Canción cubana


¡Ay, José, así no se puede!
¡Ay, José, así no sé!
¡Ay, José, así no!
¡Ay, José, así!
¡Ay, José!
¡Ay!

Guillermo Cabrera Infante



Siempre hay una disculpa para salir a beber

Me compré una barra de bar porque quería dejar de salir a beber por ahí. Nada más montarla, me puse a un lado de la barra y pedí una cerveza. Fui al otro lado y pregunté: "¿Con alcohol o sin alcohol?". Me cambié otra vez de sitio y contesté: "¡Con alcohol, imbécil!". "¡Imbécil será usted!", me respondí. "A mí nadie me trata así", contesté, "me voy a otro bar." Al salir di un portazo. Y allí se quedó el otro con su mierda de negocio.

Jesús Alonso



Extinción


Agarrar al estúpido lagarto de ojos azules se convirtió en lo más complicado. Algo mucho más difícil que capturar al caballo, al burro, a la oveja o incluso al león. Al tercer día, con el cielo nublado y el diluvio por venir, me dí por vencido. Dios lo quiso así. Cerré la puerta del arca y lo di por extinguido.

Raúl Sánchez Quiles


Toque de queda

-Quédate, le dije. Y la toqué.

Omar Lara


Todo lo contrario

-Veamos –dijo el profesor-. ¿Alguno de ustedes sabe qué es lo contrario de IN?
-OUT – respondió prestamente un alumno.
-No es obligatorio pensar en inglés. En español, lo contrario de IN (como prefijo privativo, claro) suele ser la misma palabra, pero sin esa sílaba.
-Sí, ya sé: insensato y sensato, indócil y dócil, ¿no?
-Parcialmente correcto. No olvide, muchacho, que lo contrario del invierno no es el vierno sino el verano.
-No se burle, profesor.
-Vamos a ver. ¿Sería capaz de formar una frase, más o menos coherente, con palabras que, si son despojadas del prefijo IN, no confirman la ortodoxia gramatical?
-Probaré, profesor: “Aquel dividuo memorizó sus cógnitas, se sintió fulgente pero dómito, hizo ventario de las famias con que tanto lo habían cordiado, y aunque se resignó a mantenerse cólume, así y todo en las noches padecía de somnio, ya que le preocupaban la flación y su cremento.”
-Sulso, pero pecable –admitió sin euforia el profesor.

Mario Benedetti


Microrrelato express


En un folio escribió: "Vuelvo en 10 minutos". Aún no lo sabía, pero estaba a punto de inventar la Ventanilla de Atención al Cliente.

Eduardo Cruz


Vuelo de libertad


Abrí su jaula, y a través de la ventana de la torre lo lancé hacia la vida. ¡A volar!, le dije. Pero quien nace prisionero le teme a la libertad. Me lo recordó, desesperado, su ladrido final.


Las recetas de Apollinaire

En su libro "El poeta asesinado", Apollinaire propone a sus lectores una receta de vinagre para encontrar monedas de cinco francos y un polvo antihigiénico para tener muchos niños. El lector, seducido por los guiños a su inteligencia, por el respeto a su sentido del humor, sintiendo que forma parte de una elite de seres levemente irónicos y superiores, el avisado lector sonríe y pasa por esta vida sin hacer el menor intento por ensayar ninguna de esas recetas, sin pensar que, como en tantas cosas, ésta era su única, su última oportunidad.

¡Arriad el foque!

¡Arriad el foque!, ordena el capitán. ¡Arriad el foque!, repite el segundo. ¡Orzad a estribor!, grita el capitán. ¡Orzad a estribor!, repite el segundo. ¡Cuidado con el bauprés!, grita el capitán. ¡El bauprés!, repite el segundo. ¡Abatid el palo de mesana!, grita el capitán. ¡El palo de mesana!, repite el segundo. Entretanto la tormenta arrecia y los marineros corremos de un lado a otro de la cubierta, desconcertados:
Si no encontramos pronto un diccionario, nos vamos a pique sin remedio.

Malos consejos


Por consejo del hechicero, talló una figura de madera con la forma exacta de su enemigo. La quemó en el campo, de noche, bajo la luna. Atraído por el resplandor de la hoguera, su enemigo lo descubrió y lo mató de un lanzazo.

El hermano serpiente

En su lecho de muerte, el padre le entrega un cofre. Adentro del cofre vive una serpiente.
- Esta serpiente -dice el moribundo- es tu hermano, fruto de mis amores con una mujer demonio. Lo confío a tu cuidado.
El hijo consagra su vida a la caza de ranas y ratones para alimentar a la serpiente, creyendo que su padre sufre en la Gehena el castigo de los lujuriosos o los magos, sin saber que se cuece, en realidad, en el círculo destinado a los bromistas.

Ana María Shua

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