lunes, 12 de abril de 2010

Carmen

Me caí

Se me cayó el mundo, me levanté y comencé a escribir



Un descafeinado, por favor

Tomaban el café, como cada domingo, en el mismo lugar y a la misma hora y comentaban quien había muerto esa semana como si la muerte fuera un cortado corto y descafeinado.



Sin cobertura

Mirándolos ahí sentados, en mutua compañía, imagino si tú y yo habríamos de estar así cuando llegáramos a esa edad. Imagino las historias vividas, los países que habríamos recorrido, los hijos que habríamos tenido. Y entonces comprendo que somos el uno para el otro.
Cojo mi móvil y marco tu número. Al otro lado, tú me contestas:
- Hola, ¿qué tal?-.
- ¿Sabes?- te digo - Creo que estamos hechos el uno para el otro.
Un silencio al otro lado... No hay cobertura.



Silencio, se rueda

Escuchaba atónita, estupefacta, tus excusas y tus explicaciones. Esperando que el director parara el rodaje y dijera: - ¡Corte! Repitamos, por favor -.
Con la esperanza de que tus palabras cambiaran.
Mientras tanto, ahí sentados, continuaba la película de nuestras vidas.


Gala

Se puso su mejor traje y se tumbó en la cama. Se había preparado para el más profundo de sus sueños.


Sino

Cuando me dices no, quieres decir sí, cuando sí, es no.
Ya no sé si sí es sí, y si no es no.
Ese es mi sino.


Venganza

Les corté la lengua. Estaba harta de que hablaran de mí.

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